Luis Chirivella logró algo casi imposible aunque no le dieron los tiempos dentro de la competicón Non Stop Madrid-Lisboa.
Gabriel Rodríguez (para la Revista Zeta)
Madrid.- Una mañana fresca y otoñal de un 22 de septiembre en Madrid. Era cerca de las nueve de la mañana en un apartamento de alquiler en la Calle Segovia en el centro de la ciudad. El equipaje estaba aún sin terminarse, con las mochilas y maletas aún por cerrar y el desayuno caliente en la mesa del salón. Lo normal cuando faltaban pocos minutos para salir a Las Rozas a enfrentar uno de los retos más importantes del equipo de Luis Guillermo Chirivella: Ir desde la capital española hasta Lisboa. Un reto que, aunque lamentablemente no pudo finalizar, lo llenó de una experiencia inolvidable.