Messi busca liderar una remontada histórica / AP |
Las tazas están puestas sobre el mantel. La del FC
Barcelona, nuevo líder de La Liga, la del Real Madrid –escolta a un punto y con
un partido menos-, y la del Sevilla, un tanto más alejado pero con chance de
levantarla más alto que el resto.
Cada uno lo ve desde su punto de mira. La Liga está a la mano,
más de uno que de otro, pero se ve alcanzable y la motivación aumenta. Los tres
grandes de España –Sí, tres y no cuatro por el desinfle del Atlético de Madrid-
tienen una buena oportunidad de llevarse el torneo local, pero su mente, mitad en
Iberia y mitad en Europa, hará de este final de temporada una infusión de intenciones
y emociones que habrá que sorber poco a poco.
Los catalanes han recuperado su nivel arrollador, al menos
en la Liga, a la par que Luis Enrique confirma lo que ya era un secreto a
voces: No seguirá al frente de los culés el año que viene. Lejos de las
historias conspirativas –que nunca pueden faltar- esta casualidad ha marcado un
ánimo de remontada para los blaugranas en un partido de Champiosn que puede ser
histórico, si acaso logran revertir los cuatro goles en contra que les endosó
el PSG.
En la capital, por su parte, los signos de interrogación se
multiplican en cada gota que se le adhiere a la situación. A los malos
resultados de los últimos compromisos ahora se le añade que el buen triunfo
ante el Éibar, en juego y en marcador, se logró sin la mítica “BBC” en el
campo. El madridismo se pregunta ¿Se juega mejor sin ellos? ¿Cristiano aporta
positivamente al juego colectivo? ¿Isco y James como maestros de marionetas no
harían algo mejor en el equipo de Zidane?
Muchas preguntas que, al menos en el juego de vuelta ante el
Nápoles, no serán contestadas. El técnico francés volverá a apostar por el
equipo que le dio la undécima en Milán con Benzemá, Bale y Cristiano como carta
de presentación.
La Liga –y la Champions- tienen un color especial, sí. Y en
gran parte por el Sevilla que se ha encargado de ser animador importante de
ambos torneos. Tiene cinco puntos por detrás del Barcelona –y un partido menos-
y a cuatro del Madrid que también tiene un juego más por disputar que los
catalanes.
En Europa, los de Sampaoli, deben rematar una serie
complicada ante un Leicester que ha recuperado la confianza luego de la
destitución de Claudio Ranieri como Director Técnico. No es un camino fácil
que, en la previa, los andaluces aventajan 2 goles a 1 a los ingleses.
En la mesa, a la expectativa, esperan estas tres tazas.
Mientras ven, con ansiedad acumulada en los ojos, lo que el gran Gustavo Cerati
llamara un “Té para tres”.
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