Uruguay está en semifinales
Gabriel Rodriguez para www.btldeportes.comImpresionante. Sencillamente electrizante. Algo inimaginable. Así culminó un encuentro que se caracterizó por la paridad y la igualdad de oportunidades entre Uruguay y Ghana. Este partido de cuartos de final de la Copa del Mundo pasará a la historia, no solo por la victoria charrúa, sino por cómo lo logró.
El conjunto sudamericano logró imponerse a Ghana en los penales, luego de culminar 120 minutos sin poder romper el empate (1-1). Sin embargo, en los lanzamientos desde el punto penal, los uruguayos sacaron la ventaja (4-2).
Un juego muy parejo
Cada selección tuvo su oportunidad. Uruguay comenzó el partido dominando pero poco a poco Ghana emparejó la pelea por el dominio del balón e incluso lo colocó a su favor (52%). Muntari, el hombre del Inter de Milán, abrió el marcador en el epílogo del primer tiempo. Un zurdazo endemoniado desde un poco más adelante de la media cancha que Muslera, el guardameta uruguayo, no pudo contener.
Por su parte, Diego Forlán puso el empate con un impecable tiro libre que el portero africano, Kingson, no pudo descifrar. A partir de ese momento, el partido fue para cualquiera. Nunca estuvo cerrado y no pudo romperse la igualdad.
La verdadera mano de Dios
Cuando todos imaginaban los penales como desenlace para este encuentro, se gestó una jugada que, sin duda alguna, pasará a la historia como una de las más curiosas de los Mundiales. Luego de una falta de Fucile (Uruguay) al minuto 120, Luis Suárez detuvo un par de remates africanos en la misma jugada, una con la rodilla y la segunda claramente con la mano. Una mano milagrosa, detectada por todos y por supuesto por el árbitro portugués, Olegario Benquerenca, quien no dudó en sacar la cartulina roja.
Muchos pudieron haber pensado que era alargar un poco más la agonía, Ghana tenía la oportunidad de sentenciar el partido en el último suspiro del encuentro. Asamoah Gyan tuvo el triunfo en sus botas, pero el larguero impidió la celebración africana.
La ruleta Favoreció a Uruguay
En la tanda de penales, los jugadores, ya físicamente desmejorados, enfrentaban la presión que significa estar en esta instancia. No obstante, Fernando Muslera, encargado de defender el arco celeste, se erigió como el héroe para su selección. El hombre nacido en Montevideo logró atajar hasta dos penales para dejarle la responsabilidad a Sebastián “el loco” Abreu, quien definió como suele hacerlo, con un sombrerito a lo Panenka.
Finalmente Uruguay se lleva el boleto a semifinales luego de cuarenta años. Su rival, Holanda, lo espera con todo el estado anímico a su favor, luego de vencer a Brasil, el principal favorito para llevarse el título.
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