¡Qué vergüenza!

Cocodrilos 96 Marinos 98

¡Qué vergüenza!

Marinos logró sobrepasar a Cocodrilos en un encuentro lleno de emociones, nerviosismos y sobre todo mal arbitraje

Gabriel Rodríguez

Sé que podríamos sentarnos a hablar de qué faltó para que Cocodrilos lograra el campeonato, o qué fue clave para que Marinos lograra su 7mo campeonato, pero la noche del reciente martes 14 de julio el equipo protagonista no tenía pantalón corto. Sí, el arbitraje que algunos medios de comunicación tildaban de “excepcional” y “a la altura de la cita” hizo aguas como en toda la serie final. Sin embargo, la actuación del 7mo juego fue especialmente catastrófica e influyente.

Durante todo el juego cantaron faltas que no existían, caminatas sin dominio del balón y muchas otras equivocaciones a la que lamentablemente nos tienen acostumbrados los que marcan la ley en los tabloncillos criollos. Pero justo en el último suspiro de 4to cuarto vino lo peor: claramente Héctor Romero recibió una falta antes de que sonara la chicharra y luego de cantar la falta la terna arbitral se reunió y apeló por lo más sencillo, anular la sentencia y mandar al tiempo extra.

Flor Meléndez, técnico de Marinos reclamó con toda la razón, además los medios de comunicación confirmaron la infracción pero ya la decisión estaba tomada, se jugaría 5 minutos más. 5 minutos dónde se percibió más de lo mismo, errores de los árbitros que podían comprometer a ambos conjuntos. Al final, Marinos se llevó la victoria, justa por demás, pero gracias a la calidad de nuestros “esplendidos” árbitros a todos nos queda un mal sabor de boca y nos deja a la reflexión si hay que poner más empeño en la preparación de los árbitros. Si queremos mejorar la calidad de nuestro baloncesto, debemos procurar la garantía de un arbitraje limpio y acertado. Felicidades a Marinos de Anzoátegui por su 7mo título y suerte el año que viene.