La frescura de Lambo y Moustakas

Mike Moustakas y Andrew Lambo juegan fuchi en la UCV
Foto: Dagne Cobo Buschbeck ( @kayoyando )

Gabriel Rodríguez para el diario Meridiano ( @GabUCV ) 

Ayer Cardenales de Lara llegó muy temprano al parque Universitario de la UCV. Habían llegado a Caracas en la noche anterior luego de la jornada electoral y, a eso de las 3:30 de la tarde, salieron dos de los principales atractivos de esta liga: Mike Moustakas, grandeliga de los Reales de Kansas City, y Andrew Lambo, una de las grandes promesas de los Piratas de Pittsburgh.

Salieron, sí. Pero no salieron a tomar rollings, tampoco a trotar y mucho menos a practicar con el bate. Ambos tomaron una pelotica de fuchi y comenzaron a dominarla con los pies pasándosela el uno al otro.

“Siempre hacemos esto antes de los partidos”, dijo Moustakas. “También lo hago en Kansas City, pero de verdad allá son muy malos. Aquí más bien estoy aprendiendo de ellos”, dijo el importado. “Hacemos esto para liberar un poco la mente de lo que hacemos siempre en el terreno. Esto es muy divertido”, comentó Lambo.

Definitivamente ambos le dan un toque de frescura importante al grupo crepuscular en medio de una telaraña de opciones clasificatorias. Inmediatamente, cada pelotero que salía se unía al grupo y sin darse cuenta, estaba un círculo con Robert Pérez, recordando su época de portero con la sub-17 de Mineros de Guayana; Hernán Iribarren, demostrando sus habilidades que tanto desarrolló en el liceo cuando niño, y Paulo Orlando dictando cátedra como debe hacerlo todo brasileño. “Siempre me dicen ‘bueno. Tú ni eres brasilero, demuéstralo’ y yo tengo que quedar bien en eso”, comentó Orlando.

Llenos de energía. 

Pasaron los minutos y Moustakas fue a saludar a su compañero de equipo, Salvador Pérez; Lambo fue tras él y, sin embargo, el círculo continuó. Luego del saludo, regresaron de una carrera a la competencia de dominio. “Nosotros siempre estamos activos. Jugamos con mucha intensidad y buscamos divertirnos”, dijo el extrovertido Lambo mientras abrazaba, como si se tratara de un gran amigo, a uno de los periodistas que lo abordaba. Moustakas, un poco menos efusivo, compartió la misma vitalidad de su compañero de infancia. “Disfrutamos mucho esto. Él y yo nos conocemos desde que teníamos cuatro o cinco años y hemos crecido juntos”, respondió Moustakas.

“Aquí todos son mis hermanos”, dijo Lambo. “Sí, Moustakas está conmigo desde que éramos muy niños, pero en Estados Unidos he compartido con muchos y de verdad que disfruto mucho este grupo. Me encanta el ambiente en Barquisimeto. Es espectacular”, continuó Lambo. 

Además, ambos destacaron su amor por la comida. “¡Oh! La comida. Los pepitos de Barquisimeto son los mejores”, dijo Lambo. “De verdad que aquí la comida es muy buena. De verdad que la hemos disfrutado muchísimo”, comentó Moustakas en Caracas.