Messi vuelve a brillar en el Bernabeu
Gabriel Rodríguez para www.btldeportes.com
Una vez más Lionel Messi gritó en el Santiago Bernabeu. Esta vez, en el juego de fútbol más importante del año –junto al juego de vuelta-. El rosarino volvió a hundir al Real Madrid, quien llegaba a este juego con la moral en alza por haber conseguido la Copa del Rey, precisamente ante el FC Barcelona. Así pues, el diez blaugrana clavó dos estacas mortales en el corazón merengue, que salió vencido en su casa 0-2.
Se vio el juego que Mou quiso
Los primeros 45 minutos tuvo a la defensa madridista como el gran protagonista del cotejo. Un importante bloqueo blanco impidió que los de Pep Guardiola desplegaran el fútbol que tanto éxito les ha traído, aunque también pecaron de modestos al ataque. Prueba de ello fue el reclamo airado que Cristiano Ronaldo hizo a sus compañeros al darse cuenta que sólo él presionaba la salida visitante.
De a poco el juego iba subiendo su temperatura –aderezada por comentarios nada apropiados de sus técnicos en la previa del encuentro-, y al término de la primera mitad estallaría la presión camino al vestuario. Arbeloa y Keita discutían mientras caminaban y Pinto, el portero suplente de Valdés, arremetió contra el defensa blanco, lo que le valió la expulsión.
Pepe le dio vida al Messi de siempre
En la segunda mitad se verían mayores intenciones por parte de ambos conjuntos. El club catalán pisaba un poco más el área –por las bandas, claro está- con Pedro y Villa pero sin un buen final. Por su parte, el Real Madrid sacaba al campo a Adebayor, quien presionaba mucho mejor que un timorato Ozil en la primera etapa.
No obstante, en el minuto 60, una jugada poco inteligente de Pepe, dejó al Madrid con 10 y sin nadie quién pudiera detener a Messi. El jugador más difícil de esta muralla de Mourinho, lanzó una brutal plancha sobre Dani Alves que lo mandó tempranamente a las duchas. Una patada de esas que terminan con fractura de tibia y peroné –aunque pronto se volvería a ver a Dani en la cancha-.
A partir de ese instante el Barcelona recobró su ofensiva letal. Messi comenzó a ver la luz verde en el gramado del Bernabeu y tardarían 15 minutos en recoger los frutos. Un desborde del recién ingresado Affelay por la derecha dejó sentado a Marcelo y con un pase al medio asistió el primer gol del crack argentino al 76’.
Diez minutos más tarde, una de esas jugadas “Maradonianas” –auqnue ya podríamos decir que son de Messi-, de esas en las que se llevan a cuatro o cinco jugadores, sepultó las esperanzas madridistas por conseguir al menos un empate.
0-2 al término del encuentro y una eliminatoria que ya parece tener un tinte catalán. Dos goles de visitante que pesan no una, sino varias toneladas en las espaldas de Mourinho y sus jugadores. El próximo martes 3 de mayo se definirá, en el Camp Nou, quién será el representantes español en la final de la UEFA Champions League.
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